El privilegio de ser Mujer

En estos últimos días he conocido mi lado femenino más profundo y me he reconciliado con él. He sacrificado mi propio interés por los demás. Al principio renegué por sentir tremenda injusticia, pero luego comprendí que no podría realmente celebrar sólo mi desarrollo individual. Lo que me hace más feliz, es ver a todos felices, ver que cada uno tiene algo de lo que quiere, y aporta algo de lo que tiene. De pronto, me deja de interesar llegar al 100, siempre y cuando todos lleguemos a un mediocre, pero feliz, 30... y en promedio. Creo que esa capacidad de entrega y de coordinación (porque podemos pensar y hacer mil cosas a la vez) la tienen mayoritariamente las mujeres. ¿Puede ser que el feminismo se haya comprado, en parte, la idea de una sociedad individualista en el que la medición del éxito no es igual a la de la felicidad?